El carbonato cálcico contiene cerca del 40% de calcio, lo que le convierte en una excelente fuente de este nutriente (40% de calcio por gramo de sal). Es utilizado como suplemento alimentario cuando la cantidad de calcio consumido a través del régimen alimenticio no es suficiente.

En el ser humano es el componente que ocupa el cuarto lugar en abundancia, quedando por detrás del agua, las proteínas y las grasas. La mayor parte la encontramos concentrada en los dientes y en los huesos.

Los requerimientos de calcio varían a lo largo de la vida en función de la edad y el sexo de la persona, pero cuando hablamos de esta sustancia encontramos unas cantidades estándar recomendadas sobre su ingesta diaria, que son las siguientes:

  • Niños
  • Adolescentes (9-18 años): 1300 mg
  • Adultos (19-50 años): 1000 mg
  • Adultos (>51 años): 1200 mg
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia: 1200 mg
  • Mujeres en la etapa posmenopáusica: 1200-1500 mg

Y es que tan malo es no llegar cómo pasarse…

Cuando se ingiere en cantidades que pasen por encima de los requisitos del cuerpo humano puede causar lo que se denomina hipercalcemia. Esto significa que hay más calcio en nuestro cuerpo de los estándares clínicos normales (niveles de calcio plasmático por encima de 10.5 mg/dL), lo que dará lugar a otros problemas derivados tales  como la insuficiencia renal, alcalosis, vómitos, alteración del estado mental y dolor abdominal.

¿Cuáles son los principales productos alimenticios que poseen este nutriente?

Hay algunos en los que se encuentra de manera natural  (el ejemplo más claro es la cáscara de huevo, que contiene un 94% de carbonato de calcio) pero en la actualidad la posibilidad de agregar este valor a diferentes y múltiples productos es algo muy común. El carbonato cálcico se utiliza como conservante y retiene el color en determinados alimentos orgánicos (frutas, hortalizas).

Algunos de los principales alimentos que comúnmente llevan esta sustancia son:

  • Agua mineral (300mg/l)
  • Leche de soja (1200mg/l)
  • Leches en polvo
  • Cereales y galletas
  • Quesos
  • Frutas
  • Alimentos horneados
  • Sopas y salsas

Para ello y según las necesidades industriales, se utilizan diferentes presentaciones del carbonato cálcico: granulados, microgramos, granulometrías medias, granulometrías finas, micronizados, específicos…

Por lo tanto, puede parecer sorprendente pero el carbonato cálcico está mucho más presente en nuestras vidas de lo que imaginamos, y la cantidad de usos que puede tener en  la alimentación son casi infinitos.